La inflamación es la respuesta natural de nuestro cuerpo ante una amenaza que compromete la salud. Aunque sobrepeso e inflamación aparecen frecuentemente asociados, no tiene porqué ser así, hay mucha gente delgada con unos niveles de inflamación muy altos.
En sí, la inflamación no es negativa, se trata de un aumento de sangre y líquidos en una zona determinada del cuerpo para hacer llegar al lugar más células del sistema inmune, sustancias o nutrientes que ayuden a restablecer el equilibrio.
Cuando nos damos un golpe se produce una inflamación, pero en unas horas o pocos días vemos como esta remite. El problema se da cuando hay algo que hace que estemos continuamente inflamados, como si te estuvieras golpeando todo el rato en el mismo sitio, entonces hablamos de inflamación crónica y tiene consecuencias negativas para el organismo.
Un cuerpo inflamado va a ponerte muy difícil bajar de peso. Cuando tu cuerpo está en modo alerta, está centrado en almacenar recursos y no va a querer soltar nada de grasa. Es como ir contracorriente.
Por eso, el primer paso para lograr perder peso de forma definitiva es reducir la inflamación.
La inflamación es consecuencia de la dieta actual, llena de alimentos procesados, exceso de carnes rojas de baja calidad, azúcares, aditivos y grasas proinflamatorias.
También el estrés y el estilo de vida actual son otros de los causantes de inflamación. La respuesta hormonal al estrés mantenido es otro de los factores de riesgo asociado al sobrepeso y a la obesidad.
Emocionalmente, la inflamación crónica incrementará la ansiedad, te hará comer compulsivamente, aparecerá el hambre emocional, la falta de concentración, incluso aumenta el riesgo de desarollar síntomas de depresión.
Múltiples estudios demuestran que una dieta rica en alimentos antiinflamatorios te ayudará a mejorar tu salud física y emocional, a ganar energía y vitalidad, a perder peso y a mejorar en general tu calidad de vida.
Contra el sobrepeso e inflamación, se recomienda una dieta antiinflamatoria:
- Rica fruta y verduras, llenas de sustancias antioxidantes, es la clave del éxito. Sin verduras no hay alimentación saludable.
- Rica en fibras fermentables; cereales integrales, legumbres, verduras, alimentos prebióticos que benefician a la microbiota intestinal.
- Rica en grasas saludables antiinflamatorias, como el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas (sésamo, calabaza, lino, chía…)
- Que utiliza carnes de calidad, preferiblemente de ave, magras o pescado frente a carnes rojas grasas o procesadas (salchichas, hamburguesas, chorizo, embutidos, fiambres…)
Perder peso no es solo cuestión de fuerza de voluntad, sino de entender porqué se ha llegado a la situación actual y revertir lo que te está dañando desde ahí.
Un cambio de hábitos que te lleve a construir la vida que deseas.